Redacción. Madrid
Una nueva estrategia de silenciamiento de genes puede revertir los síntomas principales asociados con la enfermedad de Huntington, según un estudio preclínico publicado en la revista Neuron. La terapia, a corto plazo, produce beneficios sostenidos en modelos de ratón y primates de esta enfermedad neurodegenerativa, que actualmente carece de un tratamiento eficaz.
“Nuestro enfoque es viable para el desarrollo de una terapia para la enfermedad de Huntington en humanos”, afirma el autor principal del estudio, Don Cleveland, de la Universidad de California en San Diego.
La enfermedad surge a partir de mutaciones en el gen de la huntingtina, que provoca que fragmentos de proteínas tóxicas se acumulen en el cerebro. Anteriores esfuerzos preclínicos para bloquear la producción de la proteína huntingtina mutada no han conseguido resultados, ya que se han dirigido solo a una pequeña porción del cerebro. “Debido a que el gen de la huntingtina se expresa ampliamente, es probable que se requiera apuntar a múltiples regiones del cerebro para lograr un tratamiento efectivo”, añade Cleveland.
En el nuevo estudio, Cleveland y su equipo redujeron los niveles de huntingtina mutada en todas las regiones del cerebro, en varios modelos de ratón y primates no humanos, de la enfermedad de Huntington. Los científicos lograron una reducción duradera de los niveles de huntingtina, a través de una infusión de cadenas simples de ADN -llamadas oligonucleótidos antisentido- que se unen de forma selectiva a las moléculas, degradando aquellas que contienen instrucciones para crear la proteína mutante.
El rendimiento motor de los animales tratados comenzó a mejorar en el plazo de 1 mes, y llegó a normalizarse al cabo de dos meses. Los beneficios psiquiátricos y motores duraron nueve meses después del tratamiento. “Este descubrimiento tiene implicaciones para el desarrollo de nuevas terapias para cualquier enfermedad neurodegenerativa que se desarrolle a partir de una exposición prolongada a una proteína mutante”, afirma Cleveland.
Por otra parte, la terapia también bloqueó la atrofia cerebral y aumentó la esperanza de vida, en ratones mutantes con una forma severa de la enfermedad. Debido a que los oligonucleótidos antisentido han demostrado ser seguros en los ensayos clínicos, con un fármaco ya aprobado y decenas en desarrollo, este enfoque es prometedor, no sólo para la enfermedad de Huntington, sino también para otras enfermedades neurodegenerativas con una causa genética conocida.
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